Asumiendo Consecuencias

asumiendo

A medida que la COVID-19 se acerca a su tercer año, las consecuencias para la salud mental y el bienestar de los niños y los jóvenes siguen siendo enormes. Según los últimos datos disponibles de UNICEF, al menos 1 de cada 7 niños se ha visto directamente afectado por los confinamientos en todo el mundo, mientras que más de 1.600 millones de niños han sufrido alguna pérdida en su educación. La alteración de las rutinas, la educación y el ocio, así como la preocupación de las familias por los ingresos y la salud, hacen que muchos jóvenes sientan miedo, rabia y preocupación por su futuro. Por ejemplo, una encuesta en línea realizada en China a principios de 2020, citada en el Estado Mundial de la Infancia, indicaba que alrededor de una tercera parte de los encuestados afirmaba sentirse asustado o ansioso. (UNICEF)

Estamos viviendo una situación nunca antes vista frente a los estragos que dejó la pandemia en los más pequeños cuando de salud mental hablamos y es por esto que es necesario en este tiempo, dar a la medida de las demandas para ayudarlos a recuperarse, nada que no esté expuesto en las escrituras las mismas nos dicen que los hijos son herencia de Dios, son considerados cosa de gran estima el fruto del vientre, incluso menciona que los que los tienen en la juventud son como flechas en manos del valiente (Salmos 127:3-5) mientras más pules a tus hijos ellos llegarán más lejos, la mayoría de los niños que hoy presentan problemas de salud mental evidencias enormes vacíos de atención, cariño, presencia de sus progenitores, interés por sus crisis.

No podemos negar lo evidente por más que ésta sociedad se empecine en convencernos de que lo malo es bueno y lo bueno malo, lo incorrecto correcto y lo correcto pasado de moda (Isaías 5:20) es necesario despertar; nuestros niños sufren por lo frágil que es la familia, muchos porque ya su familia se dividió, aunque suene “cool” decir que papá y mamá se llevan bien después de el divorcio eso no era el diseño original y ellos sufren las consecuencias, aquí la pregunta es estamos enseñándoles a nuestros hijos el modelo original?, estamos asegurándonos de que ellos constituyan familias según el modelo de aquel que la creó? o estamos permitiendo que ellos se llenen de las ideas que este mundo les da. (Romanos 12:2 PDT)

Lamentablemente los datos estadísticos nos hablan de lo que los niños han tenido que vivir en este encierro, muchos de ellos abusos de toda índole, físico, psicológico, sexual, adicional la privación de compartir con sus pares, la falta de un buen manejo de las pérdidas sin poder vivir el duelo como se debe, ya que por los protocolos muchos no pudieron despedirse de sus seres queridos, es en este momento donde las instituciones educativas están recibiendo la realidad que los niños han vivido, es momento de esforzarnos y sacarlos adelante, de restituirles el tiempo, las manifestaciones de amor, el buen ejemplo, la formación en valores etc. Dios no tiene nietos solo hijos y ellos son tan hijos de Dios como sus padres, contamos con la ayuda del Señor para conducirlos hacia él, en él está nuestra esperanza. Isaías 38:19 PDT

 “Son los que están vivos, los que tienen vida,  quienes pueden darte gracias,  como yo lo hago hoy.
Los padres enseñan a sus hijos  acerca de tu fidelidad”.